jueves, 24 de marzo de 2011

Cuarto fin de semana: Estelí, reserva natural de Miraflor y salto de la Estanzuela.

Este fin de semana nos dirigimos a Estelí para conocer la reserva natural de Miraflor y hacer alguna excursión. El viernes agarramos el autobús en la terminal de León, donde los conductores casi te persiguen gritando el destino al que van sin parar para que subas a su bus: "vamos chele, Managua, Managua, Managua!!" esto es así porque normalmente hasta que no se llena el autobús no sale, por eso te buscan con tanto ímpetu.
Nos montamos en uno de esos autobuses amarillos como el de "Los Simpsons" que tiene una distancia dentre asientos irrisoria, ya que las rodillas tocan el asiento delantero (si las consigues encajar). Además de eso hay gente que viaja de pie, agarrados en dos barras que están unidas al techo, y hay trayectos en los que el encargado de cobrar (un tío a parte del conductor) encaja a la gente como si fuera un tetris espalda con espalda.


El sábado fuimos pronto a la reserva natural de Miraflor, y nos sorprendió la baja temperatura que había, y hasta que no salió el sol de entre las nubes pasamos algo de frío. Fue un día de andada suave, sin muchas subidas, viendo los paisajes de la reserva y su fauna (caballos, vacas, cerdos -o como lo llaman aquí, chanchos-) y adentrándonos de vez en cuando en la selva. Llegamos a observar de lejos una laguna que nos decepcionó un poco ya que nos dijeron que era propiedad privada y no pudimos acercarnos.
Por la tarde paseamos por Estelí viendo su centro, parque y la catedral y el domingo fuimos al salto de la estanzuela, una cascada de unos 25 metros o más con una poza muy bonita donde poder bañarse, y ahí pasamos el día dándonos algún baño que otro. La cascada es muy bonita, es un lugar de naturaleza pura que solo se ve afectada por lo poco que la gente de aquí cuida el medio ambiente, tirando la basura donde les viene en gana, una pena. Además el domingo había mucha gente aunque podías bañarte sin problemas (el agua está fría, de río, y para la gente de aquí es como si estuviese helada), además coincidimos con una excursión organizada que venían de León de bastante gente (dos buses) que gracias a que nos acogieron para volver con ellos (no sin regatear el precio, que intentaron subir una vez montados en el bus) no tuvimos que volver pronto a Estelí a agarrar el bus a León (que salía pronto) y pudimos disfrutar más el día.

domingo, 13 de marzo de 2011

Tercer fin de semana: Volcán Telica, Hervideros de San Jacinto y Las Peñitas

En este fin de semana decidimos hacer una excursión al volcán Telica, cercano a la ciudad de León. Llegamos a la zona y estuvimos viendo los hervideros de San Jacinto, unos agujeros humeantes en el suelo que prometían más de lo que fueron. Si que se notaba en calor en el suelo cuando pasabas cerca de ellos.
Más tarde contratamos dos guías que se comprometieron a subir al volcán con nosotros y a hacer noche arriba. Cuando nos dijeron que teníamos que contratar a dos guías nunca me imaginé que iban a ser dos chavales de 16 y 17 años que llevaban haciendo de guías desde los once años. Se pertrecharon con una mochila y dos machetes más grandes que un bate de béisbol (para la cantidad de vegetación en el camino, decían, aunque al principio nos dio bastante respeto) y comenzamos a andar.
Según ellos íbamos bastante lentos, y había alguna de nuestras chicas que empezaba a acusar el cansancio debido a que hacía mucho calor y el camino era muy polvoriento. Poco a poco fuimos ascendiendo por caminos cada vez más empinados y la noche empezaba a caer. La situación parecía difícil ya que de noche era peligroso subir por caminos donde podías tropezarte pese a llevar alguna linterna y también por el cansancio acumulado, tanto físico como psicológico. Hubo momentos en los que no sabíamos si parar a hacer noche o continuar, pero decidimos marchar haciendo paradas y más adelante el camino pasó a ser menos complicado y la luz de la luna (no era llena, pero daba luz como si lo fuera) nos permitía ver donde pisábamos. Al final llegamos al borde del cráter del volcán y tuvimos una sensación haber superado un gran reto, y la satisfacción de llegar a la cima es indescriptible.
Por la noche, y tras haber oído un derrumbe cercano, acampamos al aire libre en una ladera próxima al volcán donde no había peligro, y la verdad es que pasamos un poco de frío. Nos despertamos con la ilusión de ver la lava al fondo del volcán (ya que antes había mucho humo y no pudimos contemplarla) pero tuvimos mala suerte y el humo no había desaparecido pese al mucho viento que hacía. Poco antes del amanecer comenzamos el descenso que se hizo interminable, ya que estábamos muy cansados de dormir poco y de la andada y llegamos abajo muy fatigados y muy sucios, llenos de tierra del polvo que había por el camino. Me quedo con la experiencia de haber pasado una noche cubierto por un manto de estrellas al lado de un volcán increíble.


Las Peñitas

Como colofón a este fin de semana fuimos a la playa de Las Peñitas (cercana a Poneloya, donde ya estuvimos) el domingo a pasar el día, y la verdad es que estuvo genial, un día de sol, playa, y muchas olas que disfrutamos a tope y donde pudimos descansar. La playa de las Peñitas es muy bonita, pero hay que tener cuidado con las rocas (por eso se llama así), aunque hay zonas donde nos bañamos que no había ningún peligro. Es curioso como la gente de aquí suele bañarse vestido y nunca se alejan mucho de la costa debido a que pocos saben nadar (por eso no paran de decir que el mar es peligroso). Además he observado un detalle y es que hay gente que se baña con botellas de plástico de coca-cola vacías y cerradas, llenas de aire vamos, a modo de flotador.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Segunda semana en el cole

Hoy estamos a mitad de semana y en el cole la cosa sigue como siempre: las clases que no son de ed. física son la locura (hay mucho decontrol en el aula), las maestras por lo general pasan de la ed. física (alguna hasta desaparece mientras tanto), los niños en clase de ed. física cada vez se lo pasan mejor y siguen siendo tan cariñosos conmigo como empezaron (lo mejor de todo).
Esta semana empezó haciéndose difícil en cuanto a que los más pequeños (de 1º) no entendían bien los juegos que les planteaba, pero la cosa fue mejorando con los de 2º y cada vez veo que me hacen más caso y que hay más control en las clases de ed. física que en las demás, ya que les repito las normas una y otra vez,y voy creando rutinas para que no se desmadre la cosa (importante en clases que pueden tener cerca de 50 alumnos).
Lo malo son las profesoras (digo profesoras porque en mi cole son todas con las que coincido), porque, a pesar de no tener la culpa de no saber de ed. física, apenas ponen interés en aprender la metodología que les planteo, es decir, que cuando nos volvamos será difícil que quede algo... Además el otro día estuve apoyando las clases de otro cole cercano al mío en el turno de tarde y el pofesor (en clase de lengua) comenzó la clase bien y a su manera, pero llegó un momento que quiso verme en acción y en cuanto pudo desapareció.
Lo mejor que he visto en cuanto a profesoras es una con la que he dado ed. física hoy que se ha involucrado en la clase muchísimo, pudiendo hacer grupos ara no tener tantos alumnos a la vez y facilitando mucho las cosas. Además los niños han respondido genial, metiéndose en la clase y cogiendo todo a la primera. La maestra se ha interesado por lo que había preparado y le ha gustado, dándome a entender que quiere aprender lo que traemos sabido de España.
Poco a poco, con esfuerzo y algún pequeño apoyo intentaremos superar las dificultades.

lunes, 7 de marzo de 2011

Fin de semana en Granada

Llegó el viernes y nos fuimos a Granada, después de comer fuimos a la terminal de autobuses donde se puede agarrar el bus a Managua y de ahí a Granada. La terminal es una especie de descampado con zonas con tejados para los coches, y el bus es un monovolumen grande en el que caben 12 personas (eso si utilizan una silla suplementaria en el pasillo de los asientos). Y aquí no hay horarios, cuando se llena se sale. De Managua a Granada si que era un minibus como los de España, pero ahí aprovechaban hasta el pasillo, con la gente de pie todo el viaje (a alguno de nosotros nos tocó gran parte del mismo).
Y Granada muy bonito, sus calles y plazas están llenas de colorido por todas partes, pero se nota mucho el turismo. Es la ciudad donde no nos miraban, estaba lleno de cheles blanquitos como nosotros y para nada se nos notaba.
El sábado fuimos a hacer una excursión a las islas del lago Cocibolca, el más grande de Nicaragua (unos 8.300 km cuadrados) y donde se encuentran esparcidas pequeñas islas (muy pequeñas) cercanas a la costa (unas 365). Pero de todas las islas en la única que pudimos estar fue en La Fortaleza, la única que conserva el gobierno nicaragüense (el resto son propiedades privadas, la mayoría de extranjeros) y que utilizaban para defenderse de ataques piratas de países europeos cuando el lago todavía se comunicaba con el Pacífico. La verdad es que estas islas son muy bonitas, y son selva y naturaleza pura. En ellas comimos mangos cogidos directamente del árbol y un coco que nos abrieron con un machete, además de pegarnos un bañito en el lago con cuidado de los tiburones de agua dulce.
Por la noche tomamos algo en una terraza y todo lleno de extranjeros, y acabamos la noche montados en un bus con techo abierto que te llevaba por toda la ciudad con la música a tope en plan fiesta privada pero que era gratis ya que era una promoción de tabaco de aquí (incluso bebida gratis, no nos lo creíamos al principio).
En definitiva, muchas risas y una ciudad muy bonita para no perderse.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Comienzan las prácticas

El lunes tuvimos una reunión con la coordinadora de la universidad de aquí y nos distribuyó por los coles de León (la mayoría semirrurales). A mi me tocó Reparto Rubén Darío y creo que he tenido suerte porque el primer día de clase he descubierto que tiene patio con porterías de fútbol y 4 o 5 balones. Lo malo que he descubierto también que aquí la educación física es como hace 30 años en España y que las profesoras la dan con zapatos de tacón. Ver esto te produce un poco de bajón porque ves el nivel que tienen las profesoras (en mi cole son casi todo profesoras) y lo que pasan del tema (sobre todo de la educación física) pero eso me impulsa a querer trabajar más para los niños, para que, al menos, estos tres meses disfruten de una educación física diferente y de calidad y a intentar que las maestras se enriquezcan de eso. Quitando la parte mala, lo mejor del cole son los niños. Ellos te alegran el día, son muy risueños, enormemente cariñosos y abiertos. Siempre tienen una sonrisa en la boca y eso es impresionante. Además el que yo sea un chelito (un blanco) les crea mucha curiosidad y se interesan todo el tiempo por mí, preguntándome todo tipo de cosas.
En el primer día de cole he observado principalmente pero cuando he intervenido creo que se ha notado para mejor, los niños no querían acabar la clase (creo que ni la profesora) y han disfrutado mucho con los juegos que han conocido. Lo mejor, su cariño, y que aunque te ven diferente te aceptan a la primera.

El primer fin de semana

El sábado fuimos a pasar el día a las playas del Pacífico. Para ir ahí teníamos que llegar al mercado de Sutiava para agarrar (aquí coger es como en Argentina) el bus hacia la playa, con lo que decidimos coger un taxi. Somos 6 personas y fuimos los 6 en el taxi, el conductor, uno de copiloto, cuatro atrás y otro en el maletero, menuda aventura. Ahí agarramos el bus (en el cual perdimos unos cuantos kilos debido al calor) que nos llevó a las playas de Poneloya. La playa es diferente, la arena es oscura y el oleaje es bastante fuerte. Además el calor era impresionante. Pero el paisaje y los baños que nos dimos merecieron la pena. Una vez ahí conocimos un grupo de gente que se bañaba cerca de nosotros, con los que jugamos a voley y estuvimos hablando. Es gente muy abierta y muy amable, pero nos chocó que se bañaban con ropa y no pasaban de cerca de la orilla, seguramente porque no sabían nadar. Cuando fui al rompeolas (un poco lejos de la orilla) me preguntaban si cubría, ellos no se fiaban, hasta algunas chicas se bañaban de la mano de sus padres.

Y por la noche salimos de fiesta! Aquí todo es muy barato, la cerveza (marca Toña) vale unos 60 céntimos y el cubata 1€. Estuvimos en una especie de discoteca donde los lugareños no paraban de mirarnos (aquí somos como marcianos) y bailaban alrededor de nosotros pero con el calor que hacía la gente sudaba muchísimo y daba un poco de grima. De todas formas nos lo pasamos muy bien riéndonos mucho.

Y por fin en Nicaragua!!


Costó pero aquí estamos, tras 30 horas de intenso viaje al fin llegamos al aeropuerto de Managua. En estas 30 horas hemos recorrido medio mundo, saliendo dese Zaragoza en bus hasta Barajas, esperando la facturación de madrugada, llegando a un Frankfurt nevoso y cruzando el charco hasta Houston, por una ruta que se acercaba más a Groenlandia que a las islas Canarias. En Houston mucha seguridad pero no tuvimos ningún problema, y al fin llegamos a Managua, donde una furgoneta de la UNAN (la universidad de León) nos esperaba para llevarnos a casa. El viernes tranquilidad y a conocer la ciudad, bueno mejor dicho el barrio, el mercado central, la catedral, etc… todo muy bonito.